Ocho días y nada
¬ Augusto Corro lunes 1, Ago 2011Punto por punto
Augusto Corro
El asesinato de la periodista Yolanda Ordaz corre la suerte de terminar en la sección de los casos olvidados. Ya se cumplieron los ocho días de su levantamiento y decapitación y las autoridades continúan sin pistas de los criminales.
Por su parte, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) exigió al gobierno de Felipe Calderón esclarecer el asesinato de la reportera mencionada, así como crear un mecanismo de protección para periodistas.
El organismo internacional puntualizó la urgencia de “identificar a todos los responsables de los crímenes, juzgarlos, sancionarlos y adoptar medias de reparación juta para los familiares de las víctimas”, a fin de evitar la repetición de hechos.
Como informamos, Yolanda Ordaz se desempeñaba como periodista en “Notiver”, el diario de mayor circulación en Veracruz. A la muerte de la comunicadora se suman otros dos asesinatos más contra representantes del citado periódico: Miguel Angel López Milo Vela, columista, y su hijo Misael, reportero gráfico. En esa masacre también perdió la vida la esposa del primero, Agustina Solano.
La amenaza contra los comunicadores veracruzanos empezó hace varios meses, cuando una cabeza humana fue arrojada a las puertas del periódico “Notiver” con una nota que decía: “este es un regalo para los periodistas, van a rodar más cabezas y Milo Vela (Miguel Angel López Milo Vela) lo sabe muy bien”.
El de Yolanda Ordaz es el quinto crimen contra periodistas en 2011, que podrían estar relacionados con el ejercicio de la profesión. Los otros casos de agresiones a los representantes de los medios son la desaparición y asesinato de Noel Olguín, el 8 de marzo, también en Veracruz; los homicidios de Ruiz Carrillo y José Luis Cerda Meléndez, el 25 de marzo en Monterrey, Nuevo León y la desaparición de Marco Antonio López Ortiz, el 7 de junio en Acapulco, Guerrero.
Es de agradecer la exigencia del organismo internacional citado, como es la de perseguir, capturar y castigar a los asesinos de los comunicadores, pero todos sabemos que ese planteamiento no será atendido por ninguna autoridad federal, estatal o municipal, porque los asesinos gozan de total impunidad. O ¿alguien sabe de los responsables de las muertes de decenas de periodistas durante los gobiernos panistas?
Por cierto, en Veracruz, los legisladores de oposición solicitaron la renuncia del procurador Reynaldo Escobar Pérez, a quien señalaron por su clarísima incapacidad para detener la ola de violencia que sufre aquella entidad, y por la enorme irresponsabilidad con la que emite declaraciones sin sustento, sin previa investigación, emitiendo juicios a priori y amedrentando una vez más el trabajo de los periodistas.
Al principio, el caso de Yolanda Ordaz se sumará a la lista de comunicadores asesinados sin saber quiénes son los asesinos. En tanto, cinco reporteros de “Notiver” abandonaron el diario “ante la falta de garantías para ejercer su actividad y salvaguardar su integridad física y la de sus familias”.